Las creencias limitantes son pensamientos, percepciones que tenemos de la realidad, que nos impiden poder tomar decisiones, movernos hacia mejores circunstancias o hasta experimentar total felicidad en muchas áreas de nuestras vidas.
Estas creencias limitantes quedaron instaladas en nosotros por las experiencias pasadas, ya sea de nuestra infancia, con nuestros padres, cuidadores, amistades, familiares, maestros o las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas.
Es algo que no es cierto, pero que ya para nuestra mente se da por sentado por alguna experiencia vivida o situación que hemos experimentado.
Nuestros pensamientos son poderosos, son cosas, podemos crear realidad con nuestros pensamientos; nuestras creencias nos limitan a producir cierto tipo de pensamientos que nos eleven a vivir todo nuestro potencial. Eso que pensamos creamos, por ende, esas creencias seguirán reforzándose, porque es un círculo vicioso interminable, que muchas veces nos mantiene prisioneros, en situaciones dolorosas y que nos hacen mucho daño. Ejemplos de algunas creencias limitantes
Algunos ejemplos de estas creencias limitantes, basadas en experiencias del pasado, pueden ser los siguientes, para que tengas una idea y puedas identificar tus propias creencias limitantes y empezar a re- estructurar tus pensamientos.
En el colegio recité una poesía, se me olvidó todo, por eso es que sé que no sirvo para hablar en público. Aquella mujer (hombre) me lastimó y rechazó mis sentimientos de amor, por ende todas las mujeres (hombres) son malas y todas sólo quieren utilizar a los hombres. · Tengo que ser una persona dura para hacerme respetar, porque si no me cogen de tonto como aquella vez me ocurrió. Si demuestro mis emociones y mi vulnerabilidad me van a utilizar y tomarán ventaja de mí, porque siempre todo mundo hace lo mismo conmigo. Si hablo con mi jefe sobre mis aspiraciones de crecimiento de seguro me va a rechazar porque a la final siempre me pasa lo mismo.
Estas y otras creencias nos limitan de poder experimentar todo nuestro potencial y felicidad como personas. Sólo porque una vez recitaste una poesía y se te olvidó, no quiere decir que no eres bueno para hablar en público, la próxima vez puedes aprender a controlar tu miedo, sentirte seguro de que lo harás muy bien, prepararte mejor y seguro lo harás muy bien.
Intenta indagar un poco más para ver qué miedos se esconden detrás de estas creencias, por ejemplo: miedo al abandono, al rechazo, a la intimidad o a la convivencia. Cuanto más precisemos, mucho mejor. Toda creencia tiene debajo miedos asociados.
No porque una mujer o un hombre te lastimaron y no supieron valorar tus sentimientos y vulnerabilidad, es indicativo que todos los hombres o mujeres son iguales; vamos por la vida creyendo que es así, y lo que sucede es que seguimos atrayendo ese mismo tipo de experiencias a nuestras vidas, porque ya nuestras creencias nos limitan a que sea diferente o que atraigamos a personas con otras características.
Atraemos a nuestra vida lo que pensamos y creamos en nuestra mente; la mente es como un gran creador de experiencias y realidades que se materializan en nuestra vida todos los días.
Lo primero que te invito a hacer para cambiar estas creencias es tener una mente abierta a aceptar que sí puede ser así; que sí tenemos estas creencias que nos limitan. Necesito que hagas esto porque muchas veces nos resistimos a que puedan existir estas situaciones; nos rehusamos a aceptar que necesitamos cambiar, y esto te hace mucho daño. No hay nada de malo en modificar algunas cosas para sentirnos mejor, para experimentar mejores cosas en nuestras vidas. Todos estamos aquí en esta tierra aprendiendo y experimentando situaciones todos los días; es parte de esta experiencia humana maravillosa.
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